Ya era hora que, después de los numerosos escandalos, en los que está envuelto el Primer Ministro italiano, Silvio Berlusconi, se sentara en el banquillo. Está imputado por un delito de prostitución de menores y cohecho público, abusando del poder que le otorga su condición. Este individuo se enfrenta ahora a 15 años de cárcel. Y lo que no entiendo, lo que me parece muy triste, es coómo Silvio Berlusconi despues de estafar abusando de su poder, de su prepotencia, y siendo un conspirador mafioso, un putero, sigue obteniendo la confianza de los italianos; aunque cada día son muchos menos quienes le apoyan y más quienes salen a las calles a pedir su dimisión.
En mi opinión Berlusconi se sentará en el banquillo pero con unas cuantas triquiñuelas burlará a la justicia y su procesamiento se quedará, nuevamente, en nada. Con ejemplos como éste no me extraña que exista un cierto desencanto entre la clase politica, y los politicos en general. ¿Revolucionamos?
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